miércoles, 6 de febrero de 2013

Sangre que pesa

por Gabriela Arredondo

Recientemente, me dispuse a cuestionar la fuerza de la lengua inglés en el género musical del Rock, no es que reniegue, claro está que el Rock en su mayoría son bandas de países donde se habla esta lengua, además de la influencia que ha tenido a lo largo de la historia de esta música, bastante estúpida e impertinente sería una renegación de éste tipo.

Así bien, es de sobra saber que éste género sufrió un desarrollo algo extraño, me refiero a que fue producido por una raza oprimida, no de origen americana, la cual tomó un medio de expresión bastante importante para que se gestaran los inicios del Rock. Es decir, los negros que fueron ahogados en América, traídos de Europa para fines esclavizantes. Pero, ¿son reconocidos por ello, actualmente?

Si tomamos en cuenta otros aspectos, podemos decir también que el Rock se dio en Norteamérica, bien como símbolo de protesta, bien como expresión urbana. Pero, no olvidemos lo europeizados que estamos en muchos aspectos desde que se dio la revolución industrial. Ciencia, tecnología y hasta ideas filosóficas nos aplastan masivamente al punto de reconocernos como camada  abandonada de españoles, y bien es cierto pero más que hijos de españoles también somos hijos de quienes los españoles llamaban “barbaros”, somos  “hijos de la calle”, de los que aprendieron a sufrir.  Así mismo, los negros pudieron alcanzar a dar ese toque en lo más sensible de la expresión, ya que, como se sabe el Rock se dio por un blues muy desgarrante, oscuro, denso. Sin embargo, ¿acaso le importa eso a las bandas inglesas? En verdad, ¿estamos tan europeizados para no darnos cuenta de lo que han hecho las sangres más rojas de este planeta? Es de ponerse a pensar verdaderamente la influencia que tiene Europa en América, porque como ejemplo podemos ver que se reconocen más grupos norteamericanos, ingleses, alemanes en este género. A tal punto que podemos llegar a olvidar que el Rock se dio gracias a los negros. Y no solo ellos, también están las bandas latinas que “pegan poco” por no tener en sí una producción más original ya que muchas veces se encuentra bastante sometida a influencias europeas o bien norteamericanas, más por fuerza, ya que de éste modo se piensa erróneamente que se sigue estrictamente un género, que por expresión puramente pasional como realmente hicieron los negros.

Pero, vamos, no todas las mejores bandas del género del Rock y el metal están conformadas solo por europeos, tal vez norteamericanos sí, pero en ese caso ¿son puramente descendientes de ingleses? Basta con echar un ojo a bandas como Sepultura o Slayer, la mitad de sus integrantes son hispanos llevados a los Estados Unidos por necesidades. De ahí que adoptan el inglés para su música. No vamos a ignorar que las influencias que ellos mismos tuvieron son bandas norteamericanas y  europeas, no obstante no se preocupaban por seguir el mismo género de las bandas que admiraban, sino que tuvieron que pasar por producciones rudimentarias para madurar su propio estilo de música, y de esa forma personalizar sus propias técnicas.

En este sentido, si peculiarmente hablamos de las personalidades de estas bandas, no concluiremos en pensar que tenemos a unos sex symbol como lo fue en su tiempo Jim Morrison. Concluiremos en observar solo a buenos músicos y a excelentes emisores e intérpretes de producciones musicales no convencionales. Pero, a una manera verdaderamente profunda, basta con mirar  una fotografía de Tom Araya en una entrevista con Noisecreep de AOL, para quedar fascinado con la fuerza de la mirada que emana ese rostro de facciones pulcramente americanas. Es realmente inevitable no ignorar el peso que causa esa faz latina. Pareciese como si fuera visible el pulso de su sangre a simple vista, y que cada pulso fuera el ritmo salvaje de tambores que solo las sangres latinoamericanas son capaces de cargar. Es decir, que el mejor efecto producido de una larga observación de ésta deleitante fotografía evoca los dolores de una combinación inimaginable de razas: el fuego en la sangre, la carne pasional, la valoración no superficial en un rostro no prototípico como el que refleja el autor de Season in the abyss. Y así, ¿cómo no me atrevo a cuestionar mil y una veces: qué habría sido de aquellas bandas, cuyas raíces prescindieron de la sangre latinoamericana, sin un delicioso toque de furor latino?

2 comentarios:

  1. Ten en cuenta (sobretodo con el thrash, el death y el black metal), que aún hoy en día son underground. La escena ha crecido mucho gracias al internet, pero allá en el 82-84, cuando apenas empezaban a subirle el tempo al heavy, no había redes sociales ni internet. Lo que hizo crecer a la escena de la música rockerona en esos días fueron los fanzines independientes y el tape-trading, todo manejado por redes no oficiales con una devoción y honestidad por el género tremendas. Los demos en cassete dieron la vuelta al mundo de esta forma y por eso el pudieron florecer los géneros. Ahí es donde toma fuerza el inglés, que era el idioma con el que podía compartir tanto entre tantos.

    Che buen tema, mi Gaby. (y)

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  2. buen deleite de pupila y sano crecimiento a mi cerebro, es bueno todo acerca de como creció este genero, uno mismo no sabe lo que quiere o tiene, hay quienes odian el Thrash o Punk sin saber que el Thrash influyo mucho del Punk.
    Recomiendo lean la historia de la banda de Thrash de Yugoslavia "bombarder".

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