jueves, 7 de febrero de 2013

Mis errores hoy son tus kilómetros



A Danny Rodríguez, 
asesinada por marica y pendeja

Y diré las palabras que se dicen, y comeré las cosas que se comen, y soñaré las cosas que se sueñan, y sé muy bien que no estarás.

Julio Cortázar


Un día no voy aguantar más noches así,
entonces marcaré número por número
hundiendo los botones como si fueran gusanos.
Usaré cada yema sin estoicismo
como un vago entre tu móvil y el mío,
como cuando la ciudad era pequeña al lado de tus pasos,
y tus pasos eran enormes al lado de mí.

Una soledad, otra luz verde descompuesta,
            un “qué sé yo”
            en sabe qué pueblo abandonado por Dios.
Ahí, donde estés, trémula caminata sin retorno,
habrá quien cuente las mismas migas,
las mismas bombillas,
pero no los mismos gestos textuales.

Ahí, donde estés, lánguida herida,
habrá quien me olvide
pero también
            quien
                    me recuerde;
habrá quien quiera volver
y quien se
            aferre
a un presente mitad sintético,
mitad mitad, mitad de la mitad.

Mientras tanto,
yo caeré en un a
                        b
                        i
                        s
                        m
                        o
lleno de tan vacío.
Te vaciaré mis días previos tan tuyos
y la aurora boreal ya no estará en tu nuca.

Y un día, cualquiera, el que sea,
1°, treinta y uno, 25
o 3 - 1 de octubre del año pasado,
no importa,
ese día, tarde, o noche, partiré las grietas de mis pies
en busca de tus síntomas herméticos,
con esa idea de ser tú.
Aunque seguro me romperás con tan sólo parpadear un par de veces,
con el desdén de tus m an os
o los residuos que casi mueren desnutridos.

Y mi glotis será una bomba de tiempo,
y el tiempo nos dará hospedaje entre sus paladares.

Mi yugular será la cuerda con que saltes;
1 dos 3 cuatro y el único temor será volver sin ti.

Porque incluso allá, donde te escondes de ti misma,
no estás tan lejos.

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